Materiales y herramientas que necesitas

• Base de madera contrachapada con forma de pez
• Lapiz para marcar diseño
• Teselas de pasta vitrea 2 x 2 cm. varios colores y perla de vidrio para los ojos
• Pegamento para teselas
• Tenaza cortadora mosaico
• Cemento blanco en polvo
• Espátula o rasqueta y esponja
• Barniz acrílico satinado y pincel de pelo suave
  

1. Con un lápiz marcamos el diseño de los peces con el fin de ayudarnos en la colocación de las teselas.
En este caso, unicamente se ha marcado la zona de la cabeza y la zona de la cola.  

2. Seleccionamos los colores de las teselas que vamos a colocar y comenzamos a colocarlas. Cortándolas con la tenaza para dar forma donde sea necesario.

Una vez que tenemos ubicadas las teselas, las vamos pegando con cola en su lugar. Aquí hemos empezado a colocar y pegar las teselas de la cola, después el cuerpo, donde se ha cambiado la dirección de las teselas para dar forma a la figura.
Y por último, la cabeza, donde colocamos en primer lugar el ojo, que es una perla de vidrio de color negro, y después el resto.

En un principio cuando estamos iniciándonos en la técnica no hay que preocuparse en exceso de la precisión en el corte, éste se conseguirá con la práctica.

Para cortar rectángulos: coge una tesela y apoya la punta de la tenaza sobre ésta hacia la mitad, la tenaza debe estar a 90º respecto al borde de la tesela. Para el primer corte no se debe meter demasiado la tenaza, se debe cortar con la punta, es decir que la tenaza no sobresalga más de la mitad del total de la tesela. Esto es importante, por mucho que queramos abarcar la tesela con la tenaza, ésta no se cortará mejor, sino todo lo contrario.

Cuando vayas a cortar, sujeta bien la tesela con una mano y con la otra aprieta la tenaza, ejerciendo un golpe seco pero suave.

Si hemos partido la tesela a la mitad, tendremos dos rectángulos iguales. A partir de aquí obtendremos muchas otras formas y la peculiaridad es que en los próximos cortes ya podemos abarcar con la tenaza la totalidad de la tesela.

Para cortar cuadrados: apoyamos la tenaza a la mitad de un rectángulo, sujetamos la tesela con una mano y con la otra presionamos con un golpe seco. Si queremos piezas más pequeñas podemos seguir partiendo.

Los triángulos se cortan al igual que el anterior desde un cuadrado pequeño. Colocamos la tenaza desde la esquina inferior izquierda hacia la esquina superior derecha del cuadrado, sujetamos con una mano y con la otra presionamos la tenaza.
  

3· Dejamos secar bien la cola y procedemos a echar la lechada.

Se denomina lechada a la pasta que obtenemos de la mezcla de cemento y agua y que se introduce en los huecos que se dejan entre tesela y tesela..

El cemento se comercializa en polvo generalmente de color blanco, gris y negro. Aunque también lo encontramos de colores.

Para la obtención y aplicación de la lechada

a· Vertemos el cemento en polvo sobre un recipiente de boca ancha, añadimos agua poco a poco y vamos removiendo hasta obtener una pasta un poco más espesa que las natillas e intentando que no queden grumos.

b· Introducimos la pasta obtenida entre las teselas de nuestro mosaico con ayuda de una rasqueta o una espátula, procurando que las juntas queden bien cubiertas..

c· Humedecemos una esponja en agua y la pasamos suavemente para limpiar el exceso de lechada y alisarla. Se limpia la esponja y se vuelve a pasar para seguir limpiando y alisando.

A veces es conveniente dejar que fragüe un poco la lechada, es decir que comience a endurecerse pero sin llegar a secarse del todo para hacer los retoques necesarios.
  

4.  Seca la lechada, volvemos a limpiar bien los posibles restos que hayan quedado sobre las teselas y barnizamos con un pincel fino, unicamente la zona de lechada, así queda más consistente y protegida.