Sencilla vidriera de hormigón

Algunos detalles del color pueden requerir el empleo de tierras vitrificadas


Es un tipo de vidriera muy moderna y de amplia difusión en la actualidad, sobre todo para ornamentación de grandes muros, porque a la belleza de sus motivos multicolores se une la fortaleza y resistencia que presta el hormigón. La arquitectura suntuaria las construcciones destinadas a albergar multitudes —campos de fútbol, estadios polideportivos, etc.— usa cada vez más este tipo de elemento, de gran belleza, pero que no perjudica la solidez de las estructuras.

En realidad, en estas vidrieras lo que se hace es sustituir los lingotes de plomo por masas de hormigón, lográndose así un contraste muy acusado entre las zonas oscuras que corresponden a éste y las extraordinaria mente luminosas que ocupan los vidrios coloreados, Por el grosor de los materiales que se emplean, a veces de varios centímetros, se recomienda efectuar el corte de los vidrios mecánicamente. Unas varillas de hierro colocadas entre las diferentes piezas que compondrán la vidriera, reforzarán la dureza del hormigón, lográndo se así una masa dura y consistente. Algunos detalles del color pueden requerir el empleo de tierras vitrificadas.

Procedimiento:

1.- Sobre el dibujo patrón del motivo, marcamos las zonas en las que encajaremos los vidrios coloreados.

2.- Las superficies que van a quedar cubiertas con los vidrios deberán ser totalmente irregulares.

3.- Con tubo de aluminio, o madera, construimos un marco, con el mismo fondo que el grosor de los cristales que vamos a emplear.

4.- El marco deberá quedar perfectamente rectangular. Fijamos los largueros con clavos a la mesa de trabajo.

5.- Vamos cortando los vidrios con las formas adaptadas a las zonas dibujadas, y combinando los colores de los mismos.

6.- Ensayamos la colocación y distribución de los vidrios, antes de proceder a pegarlos sobre el papel.

7.- Entre los vidrios, colocamos unas varillas metálicas, para que fortalezcan el conjunto cuando echemos hormigón.

8.- Con cola, vamos pegando las diferentes piezas de vidrio, cada una en su lugar, sobre el papel del fondo.

9.- Nos aseguraremos de que la composición y colocación de las piezas es la correcta, antes de echar el hormigón.

10.- Comenzamos a depositar el hormigón, cubriendo primero las zonas cruzadas por las varillas metálicas.

11.- Luego seguimos depositando el hormigón, dejándolo al ras del marco que habíamos construido.

12.- Cuando haya fraguado el hormigón, con un cepillo duro frotamos la superficie, hasta que aparezcan los vidrios.

13.- A continuación, cubrimos con serrín la superficie de hormigón, para proceder a su limpieza y secado.

14.- Con un trozo de trapo, limpiamos y frotamos con fuerza la superficie del hormigón, eliminando el serrín.

15.- Repetimos la operación de limpieza y frotado, esta vez con un cepillo de cerdas duras.

16.- El trabajo concluye despegando el papel que nos había servido de base para la colocación de los vidrios.

VEr proceso

VEr patrón