Parece que es una característica común a todos los seres humanos la necesidad de sentirnos rodeados en nuestra vida diaria por objetos reconocidos como propios y que tengan algo, aunque sea poco, de nuestro sentido estético y nuestra manera de ser. Por este motivo, cualquier cosa, cualquier objeto, por insgnificante y vulgar que pueda parecer, debe ser convertida en algo personal y querido donde hayamos vertido parte de nosotros mismos. Unos pocos minutos de trabajo, que serán a la vez diversión, y una pequeña dosis de fantasía serán suficientes, por ejemplo, para transformar un modesto estuche de madera, muy elemental de líneas y muy barato, en una atractiva caja que, además, puede sernos útil. Veamos:
Materiales y útiles:
Procedimiento:
1.- Comenzamos aplicando sobre toda la superficie del estuche que compramos una capa abundante de laca tapaporos.
2.- Seguidamente, con la lija de agua, lijamos con detenimiento, hasta obtener una superficie lisa y regular.
3.- Con un pincel muy fino dibujamos el contorno del motivo que hayamos elegido para la decoración.
4.- Pintamos ahora la tapa del estuche con color gris y el resto con negro. Aplicamos dos capas de pintura.
5.- Coloreamos posteriormente la franja del dedo con un tono azul intenso, bien contrastado con el gris.
6.- Con color blanco cubrimos la superficie que ocupa la uña, procurando no manchar las demás zonas.
7.- Ahora estamos pintando con color rojo, cubriendo la extensión ue en el dibujo ocupan los labios.
8.- Concluido el proceso de aplicación de colores retocamos con pincel muy fino las lineas primeras.
ver procedimiento