Campamento de Gitanos 1888 pintura de Vicente Van Gogh

El culto a las tres Marías gozaba por ello de una gran popularidad, sobre todo e


Esta pintura es un recuerdo del viaje que empreudió Van Gogh a finales de mayo de 1888. El artista rara vez se aventuró a visitar los alrededores de Arles, debido tal vez a sus dificultades económicas, pero en este caso realizó una excepción. Se dirigió, junto con miles de personas, a Les—Saintes—Maries—de—la—Mer para asistir a una celebración religiosa que se celebra anualmente, del 24 al 25 de mayo, en esa pequeña ciudad costera situada a 50 kilómetros de Arles. Se supone que en esas fechas del año 45 después de Cristo María Magdalena, María la de Cleofás (hermana de la Virgen María) y María Salomé alcanzaron la costa de Provenza Según la leyenda, las tres mujeres viajaron basta allí para convertir la región al cristianismo. El culto a las tres Marías gozaba por ello de una gran popularidad, sobre todo entre los gitanos locales. De vuelta a casa, Van Gogh decidió pintar esta imagen de un grupo de ellos. Vincent era un artista que solía pintar del natural, de modo que esta obra, realizada eu su estudio, resulta inusual en este sentido. A diferencia de otras excepciones a esta regla, como Recuerdo del jardín de Etten (1888), Campamento de gitanos no representa una realidad simbóhca u onírica, sino un hecho real, recuperado de la memoria en la tranquilidad del estudio. Seguramente, la marginación social de los gitanos atrajo a Van gogh, cuya empatía por los marginados se veía incrementada en este caso por su estilo de vida itinerante.