Melocotoneros en flor 1888

pertenece a una serie de frutales en flor que Van Gogh pintó en Arles entre marz


Este bello cuadro pertenece a una serie de frutales en flor que Van Gogh pintó en Arles entre marzo y abril de 1888. El artista se entregó con vehemencia y pasión al nuevo tema pictórico que había descubierto, y escribió a su hermano Theo que no sería de extrañar que quedase exhausto una vez acabada la serie. La luz desbordante, que parece surgir de sí misma, la ligereza de las pinceladas, así como los tonos pastel de su paleta convierten Melocotoneros en flor en una fascinante obra maestra del período impresionista de Van Gogh.

La importancia que el artista asignó a estas impresiones primaverales captadas bajo un cielo nublado se pone de manifiesto en el hecho de que dedicó el mejor cuadro de la serie a su antiguo profesor Anton Mauve, al enterase de su fallecimiento. Si se exceptúa el corto período de tiempo en que fue alumno de la Academia de Bellas Artes de Amberes y del estudio de Cormon en París, Mauve fue su único maestro, y Van Gogh llegó a sentir un profundo afecto por él. El artista decidió pintar el cuadro para regalárselo a la viuda de Mauve, y escribió una dedicatoria en el margen inferior izquierdo. Al parecer, la destinataria se sintió muy conmovida por el regalo en homenaje a su difunto esposo. Van Gogh escribió a su hermano: «La muerte de Mauve ha sido un golpe terrible para mí. Observarás que he pintado los melocotoneros rosados con cierta pasión».