El puente de langlois 1888

el puente hace pensar en las estructuras similares que pintó unos 50 años antes


an Gogh, al igual que los impresionistas, sus predecesores, se sentía fascinado por el creciente impacto del hombre en la naturaleza a lo largo del siglo XIX. Las intervenciones en el mundo natural experimentaban un auge sin precedentes cuando se realizó esta pintura, en 1888. Sin embargo, resulta significativo que Van Gogh eligiera una escena cuyos principales elementos técnicos (el canal Arles de Bouc y el puente de Langlois) se hubieran construido varias décadas atrás. En el momento de su representación, su modernidad se había atemperado notablemente, se habían fundido con el entorno hasta el punto de convertirse casi en afloramientos orgánicos. Lo niisrno podría decirse de las lavanderas que hay en la orilla del río, cuya atareada labor se pierde dentro de la imagen global. La escena debía de evocar en Van Gogh la imagen de la pintoresca región del Midi, ya que la pintó cuatro veces y reahzó numerosos dibujos a pluma sobre el tema.

Desde el punto de vista estilístico, cabe afirmar que se trata de una obra heterogénea. Conserva ciertas influencias impresionistas, pero sus bloques de color y su estilo enérgico se deben sobre todo a la creciente influencia que ejercían sobre el artista los grabados japoneses. El mismo puente hace pensar en las estructuras similares que pintó unos 50 años antes el artista japonés Hokusai.