Vicente Van Gogh: Autorretratro frente al caballete (1888)

autoreetrato se ha comparado a menudo con la de Rembrandt, su famoso compatriota


La actitud de Van Gogh con respecto al autoreetrato se ha comparado a menudo con la de Rembrandt, su famoso compatriota. De hecho, su urgencia casi obsesiva por autoexplorarse se suele considerar un rasgo típicamente holandés. El abultado número de autorretratos que realizó Rembrandt resultaba relativamente normal para su tiempo. Van Gogh, por su parte, pertenecía a un grupo de artistas reducido e independiente, para los cuales era prioritaria la búsqueda en el inundo interior. Sus compañeros postinspresionistas Paul Cézanne y Paul Gaugin pintaron docenas de autorretra tos. A diferencia de los impresionistas, que habían centrado su interés en representar gráficamente la vida pública o social, los postim presionistas dirigieron su mirada hacia adentro, tratando de responder en primer lugar a la pregunta de por qué estamos aquí.

Este autorretrato, pintado justo antes del traslado de Van Gogh a Arles, fue uno de los muchos que realizó el artista mientras vivió en París. Hacia el final de ese período, todos los henzos parecen reflejar la depresión cada vez más profunda que le ocasionaba la vida en la capital. Actualmente se piensa que Van Gogh sufría una depresión emocional crónica. El análisis de esta etapa de su vida en particular permite descubrir diversos factores específicos que favorecieron o desencadenaron seguramente el mencionado humor. Gaugin, con quien Vincent había entablado una estrecha amistad en el último año, abandonó París para mudarse a Bretaña, y más tarde lo dejó Agostina Segatori, su amante, que intercambiaba cuadros por comida en el café de su propiedad. Desesperado ante la idea de que nunca podría fundar una familia, le confesó a Theo que «el amor por el arte le hace a uno perder el amor real». No se sabe a ciencia cierta si Theo compartía esas ideas, pero están bien documentadas sus disputas durante este período acerca de otros asuntos, especialmente sobre dinero. La lúcida conciencia de que representaba una carga económica para su hermano puede considerarse otra posible razón de su ánimo melancólico.

Este retrato refleja las emociones de un hombre con unas relaciones personales caóticas, que interpreta aquí el papel del artista que sufre debido a su arte.