Construye tu propio botellero

Luce ante tus invitados la calidad de tu bodega.


Ya es hora de que luzcas ante tus invitados la calidad de tu bodega, a la vez que demuestras tu habilidad con el bricolaje. Este mes te proponemos la confección de tu propio botellero: una idea funcional y decorativa que hará que tus botellas de vino encuentren la horma de su zapato. Además, te proponemos dos modelos dependiendo del estilo de tu casa.

Botellero de madera
Dependiendo de la ubicación del botellero, debemos añadir un barniz antimoho. Éste se usa, principalmente, para lugares donde hay mucha humedad, porque impide que la madera se pudra. Utilizaremos para su construcción unos listones, preferiblemente cuadrados con los cantos redondeados, que darán más elegancia al futuro emplazamiento de nuestras botellas de vino.

Lo primero que debemos hacer es confeccionar celdas con formas cuadradas - también puede ser en rombos- entrecruzando los listones donde pondremos las botellas. Una forma sencilla de organizar el espacio es crear una especie de M de cinco celdas con listones de 40 milímetros de lado: esto significa que si cruzamos tres en un sentido y dos en otro, conseguiremos una profundidad de 200 milímetros que permitirá introducir las botellas de vino más corrientes.

Procederemos a realizar un taladro a una distancia de los extremos igual a la suma de la mitad del grosor de los listones y la madera sobrante, podemos aprovecharla para adornos -si somos especialmente hábiles en el tratamiento de la madera- y, sobre todo, para las patas. Realizaremos después taladros de manera que coincidan en los cruces de los listones y que atraviesen a todos.

Al unirlos, usaremos una barra roscada de un tamaño un poco mayor que el fondo del botellero. Utilizaremos cola para madera para ligar los listones y la barra. Por el lado visible roscaremos una arandela y una tuerca ciega de la medida de la barra, y por el otro lado haremos tope con una tuerca que hemos de apretar fuerte. La barra que sobre la cortaremos y limaremos.

Botellero rústico
En este caso utilizaremos canalones de arcilla: es tan fácil como coger un poco de cuerda y unir con ella los canalones. Distribuiremos los cilindros en triángulo y recurriremos a una cuerda gruesa para sujetarlos, dándole varias vueltas y apretando bien, para evitar que se salgan.

Es muy sencillo de llevar a cabo, así que podremos hacer algunas variaciones sobre la forma inicial. Las vueltas de la cuerda se pueden poner en todo el ancho del botellero, o bien podemos poner cuerda solamente en la parte delantera y en la trasera. Lo bueno de poder usar estos canalones es que podemos añadir todos los que sean necesarios, para que se adapte en altura y en tamaño a los espacios que tenemos en nuestro hogar y a la capacidad de nuestra bodega.

Si nos gusta el estilo rústico, podemos dejar la textura y el color de los cilindros de barro, pero si queremos dar un toque más moderno al botellero siempre podemos pintar los canalones de los colores que estén más de acuerdo con la decoración de la sala donde vayamos a ubicar el botellero.

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