como pintar un cuadro con dedales de oro bajo el sol

Este cuadro está protagonizado por dedales de oro, flores que crecen libremente


Materiales

• Una tela cuadrada
• Óleos de los siguientes colores: Artel, de pote: amarillo, blanco, rojo, azul; Rembrandt, de pomo, verde vejiga, verde obscuro, alizarim, amarillo claro, amarillo más anaranjado
• Médium para óleo
• Rodillos de varios tamaños
• Un pincel grueso (Nº 22), para cada color

Instrucciones

1. Cubre el blanco de la tela con ama­rillo claro disuelto en tre­men­tina. Deja secar. Sobre la tela se­ca y, usando óleo verde, dibuja es­que­má­ti­camente las flores.

2. Mezcla rojo, azul y blanco para for­­­mar lila claro. Toma un rodillo me­­­diano y pasa sobre el fondo en to­das las direcciones de manera de ta­parlo, permitiendo que queden transparencias que permitan ver el amarillo entre toques de lila más claro y o­tros más oscuros.

3. Con un pincel Nº 22 y diferentes to­nos de verde vejiga más dos ti­pos de amarillo, uno muy claro y otro más anaranjado, comienza a pintar las hojas, poniendo tonos más os­cu­ros abajo para dar profundidad.

4. Toma amarillo anaranjado y co­mienza a manchar las corolas de las flores en las zonas de sombra.

5. Con amarillo más claro y algo de blan­co mancha la otra mitad de la corola de los dedales de oro, de­jando a la vista en algunas el borde ver­de con que los dibujaste.

6. Con alizarim marca los tallos de las flores, dándoles mo­vi­miento.

7. Con amarillo da luz a las hojas de las flores en la base, para dar más unidad cromática al cuadro.

8.
Con el pincel, toma lila y agré­ga­­lo en los espacios de fondo que se ven en la base del cuadro, para crear una especie de “eco” de color que ama­­rre la escena completa.

9. Pasa el rodillo sobre la escena pa­ra crear algunos efectos al arras­trar el color del motivo hacia el fondo.

10.
Con la espátula intensifica el co­lor y el movimiento de las ho­jas con verde medio. Con amarillo for­­tifica las luces, consiguiendo “ablan­­dar” las hojas.

11.
Para terminar, afirma el color, empastando un poco el ama­rillo sobre las corolas de las flores.