La mayoría de las veces, el vidrio se rompe por donde no debe y cuando no debe. Es muy fácil evitarlo, se emplean herramientas especiales con unas ruedas afiladas de metal duro y perforadores de vidrio.
Dependiendo del trabajo, puedes utilizar un taladro fijo con unas brocas de metal duro y de puntas afiladas. Un lubricante facilitará la operación. Es importante que tengas a mano unos alicates, pinzas y ventosas para ayudarte a separar las piezas, además de una regla o guía metálica.
Distintos vidrios
Los vidrios utilizados para cuadros (entre 0,9 y 1,5 mm.), los de ventana (entre 1,8 y 6,5 mm.) o los normales de mesa no suelen crear problemas a la hora de cortarlos, siempre y cuando se tengan las herramientas indicadas. Sin embargo, los vidrios de seguridad, de una sola lámina, los de varias láminas o los de aislamiento, no se pueden manipular con tanta facilidad.
Si quieres realizar un corte recto:
Si se trata de una corte circular, conviene que utilices como guía elementos alternativos (un plato, por ejemplo):
Si lo que necesitas es perforar: